martes, 12 de abril de 2011

Medusas, el terror veraniego.

Las medusas son organismos que viven en los fondos marinos, de cuerpo gelatinoso con forma de campana, con la boca en su extremo inferior; a veces prolongado con largos tentáculos, que en algunos casos contienen células curticantes. Se carazteriza por su movilidad y la variedad de líquidos que contienen en su interior. Aparecieron hace 500 millones de años, por lo que se podría decir que es de los organismos vivos más antiguos del mundo.
Para desplazarse impulsa el agua con contracciones de su cuerpo; al principio su reproducción es asexual en forma de pólipo y luego se transforma en medusa por lo que la reproducción pasa a ser sexual.
Del huevo se libera una larva llamada plánula en forma de pera y ciliada, cuando encuentra un sustrato apropiado se fija y se transforma en un pólipo asexual; los pólipos producen medusas sexuadas que cierran el ciclo.
Los pólipos se reproducen sexualmente formando llemas de las cuales surgiran ya las medusas sexuales, hay varios tipos hydrozoa, scyphozoa y cubozoa; con mayor importancia el segundo.
La reproducción scyphozoa: se origina a partir de pequeños pólipos por un proceso llamado estrobilación, em la cual el pólipo se divide en discos sobre puestos; estos discos se liberan como larvas pelájicas llamadas éfilas que darán origen a medusas sexuadas.

Esta entrada la hemos escrito para que la gente esté prevenida ante la picadura de las medusas ya que cada año en el Mar Mediterraneo aumenta el número de medusas, además este año probablemente haya más medusas en las costas. Las medusas pueden probocar irritación aunque estén muertas.

lunes, 21 de marzo de 2011

La Bioluminiscencia.

Se conoce como bioluminiscencia a la producción de luz de ciertos organismos vivos. Es un fenómeno muy extendido en todos los niveles biológicos: bacterias, hongos, protistas unicelulares, celentéreos, gusanos, moluscos, cefalópodos, crustáceos, insectos, equinodermos, peces.
La bioluminiscencia es un fenómeno relativamente frecuente en bastantes especies marinas; las últimas estimaciones consideran que hasta un 90% de los seres vivos que habitan en la porción media y abisal de los mares podrían ser capaces de producir luz de un modo u otro. En hábitats terrestres la bioluminiscencia no es tan común.  La luz emitida por el pescado o la carne en descomposición se debe a bacterias mientras que la de la madera muerta se debe tanto a bacterias como a los micelios de ciertos hongos.
En algunas especies sirve como referencias sexuales y ayudas en el emparejamiento, el caso de las luciérnagas; en otras funcionan a modo de cebo como en el caso de algunos pejesapos y en otras como defensas para confundir a los depredadores algunos cefalópodos y gusanos. 
 Puede hablarse de tres tipos principales de bioluminiscencia: la intracelular, la extracelular y la de bacterias simbióticas.
La bioluminiscencia intracelular: es generada por células especializadas del propio cuerpo de algunas especies pluricelulares o unicelulares, cuya luz se emite al exterior a través de la piel o se intensifica mediante lentes y materiales reflectantes como los cristales de urato de las luciérnagas o las placas de guanina de ciertos peces. Este tipo de luminiscencia es propia de muchas especies de calamar y de dinoflagelados.

La bioluminiscencia extracelular: se da a partir de la reacción entre la luciferina y la luciferasa fuera del organismo. Una vez sintetizados, ambos componentes se almacenan en glándulas diferentes en la piel o bajo esta. La expulsión y consecuente mezcla de ambos reactivos en el exterior producen nubes luminosas. Este tipo de luminiscencia es común a bastantes crustáceos y algunos cefalópodos abisales.


Aqui tenemos un ejemplo de bioluminiscencia extracelular

Simbiosis con bacterias luminiscentes: Este fenómeno se conoce sólo en animales marinos tales como los celentéreos, gusanos, moluscos, equinodermos y peces. Parece ser el fenómeno de luminiscencia de origen biológico más extendido en el reino animal. En diversos lugares del cuerpo los animales disponen de pequeñas vejigas, comúnmente llamadas fotóforos, donde guardan bacterias luminiscentes. Algunas especies producen luz continua cuya intensidad puede ser neutralizada o modulada mediante diversas estructuras especializadas. Normalmente los órganos luminosos están conectados al sistema nervioso, lo que permite al animal controlar la emisión lumínica a voluntad.



Hemos elegido este tema de la bioluminosidad por el simple hecho de que nos resulta muy interesante el tema de que seres tan pequeños que viven en medios acuáticos sin apenas luz, produzcan la suya propia; además no sabiamos que había tantos tipos diferentes.